No sé desde cuando mis padres habían empezado a discutir, yo no sabía el motivo puesto que cada vez que les preguntaba el porqué de sus discusiones mi madre solo decía.
- Son cosas de casados hijo, no te preocupes.
ó
- Son algunos problemitas típicos de matrimonió.
Realmente, aunque sus discusiones no escalaban a agresiones físicas si me preocupaban pues estas eran diarias.
En una ocasión mi padre llego a casa con su cuñado, esposo de su difunta hermana, con el cual coincidió en la calle, en las manos de ambos traían botellas de tequila, sabía que a mi padre le gustaba beber demasiado y el haberse encontrado a su cuñado era pretexto para volver hacerlo.
Por mi parte solo me restringí a saludar y a meterme a mi habitación ya que odiaba el tufo a ebrio y sus tontas platicas que dan cuando se les suelta la lengua por el alcohol, mi madre por educación y buen anfitrión se quedó con ellos, animada por mi padre y su cuñado también estaba bebiendo, en momentos pasaba donde ellos para ir a la cocina por algo de beber o comer, en ocasiones salia al patio o por otro motivo pero pasaba y de reojo les veía, las horas pasaron hasta que anocheció, yo sin ánimos de ver a mi padre y su cuñado ebrios me fui a la cama ahí estuve hasta que no escuche voces, pensé que el señor aquel ya se había marchado por ello baje para ayudar a mi madre a subir a mi padre para que durmiera en su cama sabiendo que para esa hora el ya no podría ni moverse del sillón.
Al bajar de las escaleras me percate que ni madre ni el cuñado estaban, mi padre por su parte estaba dormido, "le abra acompañado a despedirle afuera" pensé, abrí la puerta y el auto del señor ahí seguía pero se veía vacío, entonces en donde estaban, esa situación me empezó a poner nervioso, pues para nada era natural que ambos no se encontraran, trate de agudizar el oído para darme una idea de donde podrían estar, pero nada, recorrí la planta baja y nada, me dirigí a la habitación de mis padres, "No pienses pendejadas", me dije, "Quizá mamá ya se fue a su habitación y el cuñado de papá quizá le agarro el sueño en su auto", al llegar a la habitación de mis padres vi la puerta semiabierta y se escuchaban susurros.
- Desde que te conocí he deseado metértela
- Cállate y hazlo.
Sigilosamente me asome teniendo teléfono en mano, en mi mente solo tenía pensado en no dejar que se cogiera a mi madre sin embargo algo podría sacar de esto.
Tomé un par de fotos de ambos besándose, mientras sus manos retiraban la ropa del otro, luego entre furioso, encontré a mi madre totalmente desnuda y a aquel señor solo en boxers.
- Mamá! qué demonios estás haciendo.
- Has nos el favor de largarte, que le voy a dar a esta zorra lo que tanto quiere.
- José, vete a tu habitación por favor.
La voz de mi madre denotaba excitación.
- El que se va a largar eres tu hijo de puta.
Por el grado de embriaguez me fue fácil tomarle del brazo y espalda empujándolo hacia el pisó, mi madre fue a mi espalda trato de brincar sobre mí, pero su agilidad era torpe, tomé una de las manos de mi madre y la hice caer a la cama, volví con el cuñado de mi padre e hice que saliera de la casa aventándole su ropa, regrese donde mi madre.
- ¿Qué hiciste?
Dijo mi madre llorando.
- Y que querías que hiciera, ¿que dejara que ese imbécil te cogiera? ¿y en nuestra casa? ¿en mis narices?
- Ese no es tu maldito problema
Rápidamente se levantó y me fue a dar pequeños golpes al pecho con ambas manos.
- ¿Prefieres a ese idiota que, a mi padre, que a mí?
Sus golpes empezaron a cesar dejando ambas manos contra mi pecho, posteriormente fue recorriendo sus manos a mi espalda volviéndose en abrazó, su cabeza se posó contra mi pecho.
El pleno contacto de sus pechos con mi cuerpo me fue excitando, mi verga empezó a darse a notar bajo el short que uso para dormir, después de varios minutos en los que estuvimos en la misma posición la lleve a la cama para sentarse, me zafe de ella y me dirigía a mi habitación.
- No te vallas.
No hice caso, me encontraba demasiado enojado y excitado.
- Por favor, no te vallas.
Voltee hacia ella y regrese, la pude ver aun sentada, con un par de pechos medianos pero firmes, no se notaban carne de más, por el contrario, todo estaba bien tonificado, sin rastro de piel colgada o sobresaliente, se podían ver algunos vellos púbicos.
- Ven por favor.
me acerqué a ella y me senté a su lado.
- Perdoname por favor.
- Mamá... no... no sé, me es difícil poder digerir el haberte visto poniéndole los cuernos a mi papá y luego aquí, no pensaste en mí, en cómo me iba a sentir.
- Perdón hijo, me deje llevar... Tu papá, tiene años que no me toca, tú has visto que a cada rato discutimos... soy mujer y tengo mis necesidades y es que... no sé cómo decirte.
Tomo mis manos y sin soltarlas las llevo a enzima de sus piernas.
- Sucede que... bueno, soy una mujer fogosa y... me pongo muy cachonda durante mi semana de ovulación... y pues con la bebida y algunas preguntas que me hizo el cuñado de tu papá, le conté que tu papá y yo teníamos problemas y una cosa llevo a la otra.
Mientras mis oídos escuchaban mis ojos veían los pechos y pubis de mi madre, La cabeza la tenía baja para disimular un poco.
- En verdad hijo, tenía tantas ganas de que me ensartara la verga...
Al darse cuenta mi madre del vocabulario que estaba usando se llevó la mano a la boca.
- Disculpa hijo, creo que aún estoy un poco desinhibida.
- No te preocupes ma.
- ¿Mi amor, te puedo pedir un favor?
- Cual?
- Es que... después de lo que te he contado te imaginaras que... no puedo prometerte ser le fiel a tu padre... y es que ya hablé con él, ya intenté todo y nada funciona... hasta he pensado que quizá tenga a alguna amante. Tu eres mi hijo y te amo, quisiera que me ayudes.
- ¿De qué manera ma?
- Bueno he notado que no te es indiferente mi cuerpo así que creo que no te será problema metérsela a tu mami.
La proposición de mi madre me dejo sin habla, puesto que, si lo tenía en mente no me hubiera creído que ella misma me lo pediría.
- Anda toca.
- ...
- Anda tontito, que eres mi hijo y si Antonio me desnudó, no veo por qué tu no puedas tocarme.
No supe con certeza si las palabras de mi madre eran para retarme o eran para denotar confianza entre ambos, pero el que mencionara el suceso anterior me altero la sangré y con cierta confianza lleve mis manos a sus duras tetas, cerré los ojos en tanto mis manos entraron en contacto con sus pechos, empecé a girar las muñecas acariciando con las palmas de la mano, se sentía rico sus pezones el en centro de mis manos, en un movimiento súbito mi madre paso su pierna izquierda a mi lado izquierdo haciéndose sentar en mis piernas quedando frente a mí, pude notar unos hilitos de líquido cayendo de su sexo.
- has me el amor mi vida, méteme tu verga que mami la necesita.
Apenas terminaba la frase cuando sus labios tocaban los míos, su lengua se movía tan fuerte, ágil, y sensual dentro de mi boca, mis manos se dirigieron a resistir el peso de mi madre desde las nalgas.
La lengua de mi madre se canso mas en mi ya hacia el fuego de la lujuria haciéndome querer recorrer cada milímetro de su cuello, mientras su espalda se arqueba yo empezaba a lamer sus pechos.
- Mi amor, que rico... que hombre tengo en casa...
Los labios de mi madre son delgado y siempre me habían causado una inquietud, me apetecía acariciarlos con mi lengua, asi los recorrí para luego introducir mi lengua en su boca con cada beso.
Las manos de mi madre presos en deseo bajaron a mi pantalón desabotonandolo levante a mi madre ligeramente para que bajara las prendas que mantenían cautivo mi falo, ella sabia lo que deseaba y sólo basto con acomodar mi glande en su entrada para que en cuanto me senté mi verga entrara en ella.
La estatura de mi madre le permitía apoyar sus pies al piso para darse de sentones en mi verga.
- Mi amor, que gusto le das a mamá, que rica verga tienes.
- Me alegra que te guste mami.
- Si papito, me encanta... hay que rico, después de tanto tiempo.
Sus labios nuevamente fueron en busca de los mios, mientras mi verga entraba una y otra vez en su vagina.
Después de vario rato mi madre se mete entre mis piernas y se da vuelta, nuevamente toma mi verga y se la acomoda bajando las nalgas ensartandose.
- Hay mi amor, me alegra que ya sean todo un hombresito y me puedas llenar... y valla que me tienes bien llena.
Los sentones de mi madre empezaron a disminuir en su ritmo, entonces la tomo de la cintura y me levantó de la cama, le doy vuelta de manera que ella queda inclinada hacia la cama y yo detrás de ella. empieza mis embestidas empujándola hacia delante para después jalarla hacia mi, al momento que con la cintura aceleraba la penetración.
- Hayyy, mi amor si, así, dame fuerte... si que te rico mi amor...
- haaaa... huuummmffff... haaaa. mi amor mas fuerte, mas fuerte... haaaa!
- Mamá, me voy a venir, me voy a venir.
- Si mi amor... llename... llena la conchita de mamá.
- Y si te embarazo?
- No te preocupes... Mi amor... He querido tener otro bebé y tu papá mañana no va a recordar nada.
No aguante mas y me corrí dentro de mi madre procurando meter mi verga lo mas posible. Aunque ya había terminado de eyacular seguía en la misma posición, m era impresionante haber cogido con mi madre, en cuanto mi verga perdió su dureza y tamaño me deje deje caer a la cama, mi madre no tardo mucho en acostarse a mi lado abrazandome.
- Mi amor, que rico... ha sido la mejor cogida que me han dado.
- Y cuantos te han cogido.
- Supongo que después de esto no tengo nada que ocultarte, solo tu papá y a partir de hoy tu.
- No ma... Hoy solo fue para no dejarte así nomas... habla con papá.
- Por que no mi amor, a mi me gusto mucho hacer el amor contigo... a ti no?
- Si, pero como voy a mirar a la cara a mi padre sabiendo que le pones los cuernos conmigo... de por si me va a ser difícil mirarlo sin decirle que le ibas a ser infiel con su cuñado.
- No le vallas a decir eso por favor.
- No te preocupes... siempre y cuando no vuelva a pasar.
Después de una pequeña charla en la que me prometió intentar convencer a mi padre de mejorar sus relaciones nos vestimos para ir por mi padre y simular una buena escena de sexo.
Pasaron algunos días en los que note a mi madre vestirse de manera coqueta para cuando llegara mi padre de trabajar, en un día de esos mi padre llego ebrio con un compañero de su trabajó, ambos se sentaron a tomar, mi madre ese día llevaba puesto un minishort con una blusa larga a media pierna sin brazier por lo que se le notaban los pezones, en cuanto ella vio al compañero de mi padre se disponía a ir a su habitación a cambiar su vestimenta pero mi padre le pidió se sentara con ellos.
- Ahora regreso, voy a ponerme algo mas apropiado.
- No... que dices, ven, que va a decir Jesús, que eres descortés con las visitas.
Mi madre me quedo mirando por unos segundos y luego obedeció las instrucciones de mi padre.
- Voy por una botella que tengo en la cocina.
Advirtió mi padre mientras mi madre llegaba donde aquel tipo.
- Buenas noches señora.
Pude notar que al tomar de la mano a mi madre para saludarla este la jalo sutilmente hacia el para darle el besó en la mejilla, mientras la otra mano la tomaba de la espalda baja, mi madre contesto con una sonrisa nerviosa.
Durante algunas horas me la pase entre la cocina y la sala, pero mas en la cocina para que mi padre no me llamara a estar junto a ellos.
Durante el tiempo que estaba en la sala note a mi madre nerviosa y a aquel tipo con la mirada fija en ella entre nada de disimuló.
Al final de todo mi padre nuevamente quedo dormido y aquel tipo me miraba nervioso, después volvía a mirar a mi madre quien nuevamente bebió por presión de mi padre.
Finalmente al ver que yo estaba al pendiente el tipo decidió marcharse.
Mi madre rápidamente subió a su habitación solo haciéndome señas de seguirla.
Al entrar a la habitación empezó a besarme.
- No mamá, ya te había dicho que no volvería a pasar.
- Por favor mi amor, tu papá no me quiere tocar y yo lo necesitó... Sabes que me dijo aquel tipo?
- No... no se, que te dijo.
- Que se le había antojado lo que tu papá no se comía... haber, como supo el que tu papá y yo... nada de nada?
Lo que mi madre decía tenia lógica y dejaba una incógnita.
- La verdad no se que piensa tu papá o que es lo que busca, pero... bueno, no se... te necesito... si no, en algún momento caeré en lo que seguramente tu papá tiene planeado o sin querer forza a que suceda.
Nuevamente no dije nada, pues mi madre tenía razón, el le dijo que se quedara con la ropa "atrevida" que tenia puesta para el, el era quien llevaba a aquellos tipos, el era quien se quedaba dormido.
- Por favor mi amor, si no quieres que otro haga lo que tu padre tendría que hacer, has lo tu.
Definitivamente mi madre tendría que estar urgida como para pedirme que yo fuera su amante.
- has de mi tu amante, tu mujer, tu perra si así lo quieres.
Creó que en mi lugar algún otro se hubiera excitado con tales palabras y tal petición pero en ese momento había remordimiento y atención moral en mi, además de un dolor de cabeza producto de pensar en que era lo que buscaba mi padre.
Esa noche dejamos a mi padre dormir en la sala, mi madre y yo dormimos cada uno en su habitación.
Al día siguiente mi padre nuevamente llego ebrio con otro sugeto, también compañero de trabajo, mi madre a petición mía volvió a vestir sexy, pues pensé que el reflexionaría al haberlo dejado dormir en la sala y no volvería a llegar ebrio. En esta ocasión mi madre vestía un corset bustier negro y una tanga colales del mismo color que yo mismo le acompañe a comprar.
Nuevamente, mi madre al percatarse del compañero de mi padre, trato de ir a su habitación a cambiarse, pero solo logro dar media vuelta ya que mi padre la sujeto del brazo y la hizo acompalarlos a beber con ellos solo cubriéndose con una bata negra transparente a juego con su ropa erótica.
En mi mente volvieron a pasar muchas cosas pues era mas que evidente que a mi padre no le importaba que sus amiguetes vieran a mi madre semidesnuda, sin embargo no dije nada por respeto a la figura que representaba ante mi.
En esta ocasión hasta yo bebí un poco para bajar la presión en mi mente, aun así, me di por enterado que el nuevo acompañante de mi padre se comía a mi madre con los ojos y esta primero se incomodaba y volteaba a mirarme pero el alcohol empezó a hervirle la sangre haciendo que cuando le daba hielos al baso de mi padre ella se inclinara dando buena vista de sus nalgas a aquel tipo. En un momento que fui a la cocina empecé a escuchar musica, al regresar con ellos vi a mi madre bailando con el compañero de mi padre, este la tenia sujeta por las nalgas, mientras ella le tomaba por los hombros, miraba a mi madre como una cabaretera, bailando ebria y semi desnuda, esa escena termino por romper el respeto que le tenia a mi padre, el prácticamente esta ofreciendo a mi madre a sus conocidos, en mi mente paso el pensamiento, "Pues entonces que se la cojan, que le pongan los cuernos por pendejo".
Me quede en el marco de la puerta solo viendo como aquel hombre tenia en las manos las nalgas de mi madre estrujándolas, mientras ella solo lo miraba a los ojos. De repente aquel tipo voltea a ver a mi padre totalmente dormido.
- Ahora si perra, vas a ser mía, que el idiota de tu marido no tiene lo que se necesita para tenerte satisfecha... Si fueras mi vieja yo no te dejaba de coger ni a sol ni a sombra.
Escuchar que había llamado perra a mi madre me lleno de ira. Estaba dispuesto a que se la cogiera, pero igual, que había de mi, como me sentiría después, como iba a ser sabiendo que a mi madre se la cogía cualquiera.
Entre a la sala y enfrente a aquel tipo.
- Suelta a mi madre!
La cara de aquel tipo expresaba sorpresa.
- Largate que tu padre ya me dio permiso de cogerme a esta zorra.
Mi madre paresia no enterase de mucho o por lo menos su rostro no expresaba sorpresa, enojo o frustración como en la ocasión pasada.
Como pude eche de casa a aquel tipejo.
Curiosamente no estaba enfadado con mi madre mas bien estaba excitado con lo que había visto.
- Bailamos?
- Claro que si, (dijo mi madre con una sonrisa en la cara)
guíe mis manos a su cintura y las de ella a mi cuello, empezamos a bailar de una manera un tanto sensual, con los pasos propios del baila quede frente a mi padre, solo basto mirarlo para que en mi entrara el coraje, baje las manos para tomar las nalgas de mi madre, ella por su parte se acerco aun mas a mi
En mi mente vagaba los recuerdos de como aquel tipo tenia las manos en donde ahora yo las tenia, pero me era preferible así, ser yo quien posara las manos en el redondo y duro culo de mi madre que solo mirar como otro lo hacia.
Cada vez el morbo me segaba mas, así que no bastandome con solo tomar las nalgas, gire mis manos hacia el centro de ella llegando a meter los dedos en el canalillo de sus nalgas.
Mi madre sin dejar de sonreír busco mis labios con los suyos hasta fundirnos, solté su nalga izquierda y con la mano libre la tome de la nuca para aferraría mas a mi boca, ella soltó mi cuello y llevando sus manos a su espalda soltó el corset, dejándolo caer hasta la cadera y luego al piso, yo ayude con el colaless, dejándola totalmente desnuda.
- Ahora si papito, hasme tuya.
- Claro que si... si mi padre quiere ser un cornudo, yo le daré ese gusto.
- Si mi amor... desde hoy tu eres mi hombre y yo tu mujer, solo a ti te seré fiel mi vida.
Me tomo de la mano y me guió tras de ella hacia su habitación.
Apenas entramos y ella se giro hacia mi, buscando mi boca con la suya, sus manos empezaron a retirarme la ropa con ansias, mis manos volvieron a tomar las redondeces de sus nalgas, esta vez separándolas dejando al aire su culo, no tardo mucho en despojarme completamente de mis vestiduras.
En cuanto mi verga estuvo al descubierto mi madre se hinco frente a mi, esa imagen me lleno de pena, nunca imagine a mi madre hincada y menos frente a mi, el colmo era que lo hacia para darme la primera mamada de mi vida.
En cuanto sentí como mi verga entraba a su boca solo atine a tomarla de la nuca, mis ojos se entre cerraron, dejándome disfrutar del momento y placer que la tierna boca de mi madre me brindaba, no se cuanto había practicado pero mi madre parecía lamer una paleta, poco a poco mi respiración se fue acelerando, para esto mi madre saca mi verga de su boca y manteniéndola en su mano me mira sonriendo, como si de un paseo por el parque se tratara todo esto.
- Mi amor, esperó no te sea un problema regresarme el favorsito.
- No para nada ma.
- Hayyy, que bueno por que a tu padre le daba asco esto y siempre me quede con las ganas de experimentarlo.
- ...
- Anda papito lindo, (dijo mientras se acostaba con las piernas abiertas en la cama).
Apenas me puse frente a ella, la jale para ponerla al filo de la cama y pude notar que sus rodillas tenia las marcas del piso por el tiempo que duro de rodillas. La tome de los muslos mientras le daba de lenguetasos en su clítoris ligeramente hinchado.
- Hay papito que rico se siente tu lengua ahí... que rico mi amor, que rico me das lengua...
Después de un largo rato en el que empecé a sentir cansancio en la lengua, sentí un pequeño torrente de jugos vaginales bajando a mi boca, empecé a succionar con ánimos de tragarme aquel elixir producto de la satisfacción sexual de mi madre.
- Haaa! papito lindó, que rico me hiciste venir, ya estaba olvidando que se siente un orgasmo.
Tome ambas piernas de mi madre y las recargue en mi hombro derecho, ella tomo una almohada y la puso bajo su cintura para elevar sus nalgas, apunte mi verga en su vagina y con un pequeño empujo entro todo mi miembro a causa de lo húmeda que ya tenia la vagina produciendo un tímido "plook".
La mirada de mi madre estaba centrada en mi y la mía en ella, tenia sometida a mi madre, a mi propia madre, a ese ser tan respetada y amada por mi, y solo pensarlo me daba aun mas morbo.
Mientras embestía su rica vulva, pensaba en que así la pudo haber tenido sometida alguien mas, pero no, era yo quien la tenia empalada, era yo quien disfrutaba de su apretada vagina, era yo quien llenaba su conducto vaginal, era por mi que tenia todos sus músculos mas íntimos dilatados, era por mi que de su vagina emanaba ricos jugos en altas cantidades e iba a ser yo quien inundara su útero con mi esperma. "mi leche en el útero fértil de mi madre", esta frase retumbo en mi mente haciéndome acelerar mis embestidas.
- Si, si, si... papito, siii, que rico me coges mi amor, papito lindó, fecunda mi útero papito, deja preñada a tu mami, mi amor.
- Si, haaaa... Si no te deje panzona el otro día, hoy hasta gemelos te hago...
Después de varios minutos mas, los músculos vaginales de mi madre empezaron a contraerse haciéndome terminar junto con ella.
- Hay mi amor... eres el mejor... que rica verga tienes... si ya te amaba... ahora te amo mas papito lindo... (decía entre cortado a causa de su agitada respiración).
Después de unos momentos que nos tomo recuperar el aliento, mi madre empezó a mamar mi verga hasta dejarla parada para después darse vuelta en cuatro y dejar las nalgas paradas.
- Este es tu regalo papito, quién mejor que tu para que me desvirguez la colita.
- Es en cerio, eres virgen de la colita?
- Si mi amor, ya te dije, a tu papá le parece asqueroso todo esto... anda estrenalo tu, mi amor, es para ti papito, montame como a una perra.
- Mamá..! no digas eso.
- Disculpame mi amor, si no te gusta no lo diré mas.
- No es eso, solo que no me acostumbro a oírte hablar así, con esas palabras.
- Disculpame papi, solo que cuando estoy... cuando me hacen el amor no me fijo en mi vocabulario.
- No te preocupes ma, ya me iré acostumbrando.
Una vez dejamos de hablar empecé a lamer la colita de mi madre tratando de penetrarla con la lengua.
- Hayyy, si papito, que rico se siente tu lengua ahí, que rico me comes la colita mi amor.
En cuanto la colita de mi madre estaba lo suficientemente dilatada dirigí mi verga a su colita.
- Despacito mi amor, que no quiero que me lastimes.
- No te preocupes zorrita... (la palabra me salio sin pensarla) disculpa ma, no se como me salio esa palabra.
- No te preocupes papi, en la cama llámame como quieras, en la cama son tu puta, tu perra, tu zorra, lo que tu quieras mi amor.
Empecé a dar las primeras embestidas un tanto delicadas para no lastimas, con los dedos medio e índice, llevaba los jugos de mi madre a su culo para lubricar, hasta que pude penetrarla completamente.
- Quedate un momento ahí papito, para que mi colita se acostumbra a tu vergota.
Después de un par de minutos me pidió que le diera fuerte y así lo hice, me recreaba teniendo así a mi madre, a la mujer que mi padre quería que sus amigos se cogieran, en cambio, era yo quien la estaba enculando, era por mi que mi madre gemía de placer.
Mientras embestía a mi madre, con la mano derecha le acariciaba las nalgas, esas que volvían loco a muchos, de la cuales se había prendido el amigo de mi padre esas ricas nalgas ahora eran mías.
- Mi amor, que gusto le das a mami. huuuumm.
Después de algún tiempo el cuerpo de mi madre se volvió a tensar perdiendo las fuerzas y con ello dejándose caer casi totalmente en la cama, después de dos minutos yo también me corrí dentro de la colita de mi madre dejándome caer sobre ella.
En cuanto mi verga salio por si sola de aquel orificio, me hice aun lado abrazando a mi madre y acariciándole a la vez.
La respiración de mi madre fue relajándose, mi madre quería que durmieramos juntos esa primera noche sin embargo, no sabia si mi padre podría despertar y encontrarnos juntos, por tanto decidí irme a mi habitación, ya por la mañana mi padre se había ido a trabajar cuando desperté.
Mi madre entro a mi habitación solo en tanga.
- Buenos días mi amor.
- Hola.
- Oye, no se te antoja hacer cositas para empezar bien el día.
- Mamá tenemos que hablar.
- Tu dirás, mi amor.
- Pues que vas a hacer con papá ahora que sabes que te ofreció y que seguramente te va a seguir ofreciendo a sus amigos?
- Pues, no se, a tu papá lo quiero, pero como que es estúpido eso de ofrecerme a otros y también tendrá que saber por que lo hace.
- Bueno esa ya es tu decisión yo te apoyo si quieres seguir con el o si le pides el divorcio.
- Gracias mi amor... pero dime tu, que piensas.
- De mi parte si papá quiere que tengas amante, yo me ofrezco.
- Je, je, je... y yo feliz de aceptarte, pero no hay que verlo así, mejor como que me amas y yo a ti, como sea eres mi hijo y no hay otra persona que ame mas que a ti.
- Gracias ma, entonces todo sigue normal, no?
- Mmmm, Si, sólo que cuando tu papá se emborrache o traiga a sus amigos tu duermes conmigo y me das amor a nuestra manera.
- Me parece bien ma... oye te puedo pedir un favor?
- Cual?
- Que cuando estemos solos te pogas un body o un corset, es que te ves súper sexy.
- je, je, je, claro que si mi amor, es mas, mas tarde vamos d compras haber que te gusta que me ponga.
Después de la charla con mi madre volvimos a hacer el amor.
A mi padre no se le comento nada, en cuanto llegaba con sus amigos mi madre se quedaba con ellos hasta que mi padre estaba bastante ebrio para ese entonces aparecía yo para frustrar los planes de aquellos tipos, al final de la noche era conmigo con quien mi madre le ponía los cuernos a mi padre, aquellos cuernos que el buscaba que le pusieran.
Al día siguiente fuimos al dentro comercial a comprar varias prendas íntimas para ella entre las que figuraban tangas, cacheteros, ligueros, medias de red, ligas, corsets y de más.
En casa, estando solos, tal y como ella misma lo había dicho, era simplemente mi mujer, en público éramos madre e hijo, con mi padre en muchas ocasiones continuábamos con nuestra actitud íntima pues si no llegaba con sus amigos, llegaba solo pero ebrio, había ocasiones en las que ni notaba que mi madre dormía en mi cama.
En tres meses mi madre había dormido pocas veces con el y muchas más había terminado con la vagina llena de mi semen.
Una de las cosas que había cambiado fue el físico de ella pues había ingresado a un club de yoga el cual le había sentado bien, lamentablemente para ella, "bueno, no tanto", además de mi, los únicos en notar las mejoras en su físico eran los amigos o invitados de mi padre además de los vecinos, realmente todos menos mi padre, el seguí embriagandose.
Tres meses después de que mi padre llevará a su cuñado, la empresa para la cuál trabaja dio una fiesta dado a su buen recibimiento en un país de Sudamérica, está se dio en un salón de fiestas dentro de un conjunto turístico dedicado a la charrería, a esta fiesta estaba invitada toda la familia de cada empleado o por lo menos de quién deseara llevarla.
En nuestro caso fuimos los tres, mi padre, mi madre y yo, en el caso de mi madre y yo no estábamos llendo con agrado pues era muy probable que nos encontramos a varios o al total de tipos que habían intentado acostarse con mi madre, pero los reproches y malas maneras de mi padre terminaron por hacernos aceptar acompañarle.
Apenas llegamos a la resepcion y mi familia llamo mucho la atención, no me fue sorprendente, mi madre era un imán de miradas en la calle y en aquella fiesta no había razón para que fuera la ecepcion, había vestido un pantalón legguing negro, una blusa blanca sin mucho escote y un pequeño saco negro, además de unos zapatos de tacón de 7 centímetros, mi padre había previsto para ella un mini vestido, pero al preveer cualquier eventualidad mi madre desecho la idea rápidamente, además de que su maquillaje no era completo apenas llevaba los labios con gloss transporte y un poco de rubor aún así nada cambiaba el hecho de que fuera hermosa de manera natural.
Nos sentamos en una mesa redonda, Mi padre, mi madre a lado de el y yo.
No tardó mucho en llegar una mesera dejando el primer platillo y preguntando si se ofrecía algo.
Mi vista se distrajo en ver a las otras mesas buscando si habían servido bebidas embriagantes pero mi objetivo no fue conseguido pues llamo mi atención la voz de un hombre que saludaba por lo cual volteé hacia enfrente percatandome de que dos hombres se sentaban frente a nosotros.
- Buenas tarde Fernando - dijo el primero.
Un tipo más o menos de 1.70 metros, cinco centímetros más que mi padre y yo, este era moreno claro.
- Buenas tardes señora - continuo saludando.
- Como habíamos quedado amigo, esperamos que nos la pasemos muy bien está velada - advirtió el segundo tipo, más bajo de estatura y más moreno que el anterior.
Rápidamente sentí esa alarma en mi ser, algo que me decía que el "pasarnos la bien" se refería a algo con mi madre, puesto que era la frase típica de los amigos Demi padre cuando iba a tomar a casa.
Gran parte de la tarde solo se habló de sus asuntos de la oficina, alguna que otra novedad de algún tipo o mujer, cosas buenas y malas, hasta que se prendieron las iluminaciónes del lugar ya que la obscuridad de la noche hacía imposible la vista, en ese momento uno de los meseros se acerca con una botella de whisky.
- Les parece si brindamos con un whiskito? - Preguntó el segundo tipo
- Valla que si hace falta - dijo el primero.
Y mi padre les apoyaba con un.
- Pues ya se estaban tardando.
Mi madre preocupada por lo que pudiera pasar jalo discretamente el saco de mi padre, al voltear hacia ella, mi madre le hace señas con el dedo diciendo un "no".
Era inútil mi padre hizo caso omiso.
- Me acompañas al sanitario cariño?
- Claro má.
Salimos del lugar con rumbo hacia el servicio.
- Que hacemos? Tu padre ya va a empezar a tomar y seguramente estos van a intentar algo.
- Solo se me ocurre no separarme de ti.
- Pues no nos queda de otra, esperemos que no ocurra nada, espérame un momento que necesito entrar al sanitario.
A eso llega un chico, algunos años menor a mí o eso aparentaba su cara.
- Oye tu papá es Fernando?
- Si por qué?
- Es que te habla.
Con mucha molestia y estimado que mi madre apenas había entrado, decidí ir para ver qué era lo que quería.
Al llegar donde el lo encontré arrastrando palabras, junto a el estaba solo el primer tipo.
- Me hablabas?
- Si, para que acompañarás a Enrique a comprar otra botella de whisky.
- Pero estaba esperando a mamá en el sanitario.
- Ella puede venirse sola, que no?
Sin decir más salí hacia los sanitarios y aquel chico tras de mi.
- Andan raros estos, no crees? - decía Enrique tras de mi.
- Por que lo dices?
- Por que mi papá me dijo que está noche cobraría algo que le debían y que para ello necesitaba que estuviera contigo en plan de distraerte, la neta se me hace muy raro.
- Quien de los dos es tu papá?
- Ninguno de los dos, mi papá es Gustavo, acabamos de llegar.
- Voy a ir por mi mamá al sanitario de mujeres, vienes o te adelantas a la tienda?
- Te acompaño si quieres?
- Va.
- Entonces no sabes que se traen en manos?
- Creo saber, y tú mamá?
- Mis papás son separados y hoy me tocaba quedarme en casa de mi papá, por eso vine con el.
- Entiendo.
Al dar vuelta en una esquina antes de llegar a los sanitarios pude ver a mi madre con el segundo tipo, parecían estar platicando con normalidad, este tipo estiraba la mano para tomar la de mi madre, esta tenía un vaso del cual bebía, la mano derecha de mi madre paso de su cabello hacia su costado dejando al tipo con la mano estirada, aún así mi madre empezó su andar hacia la parte derecha del salón donde se encontraban todos, detrás de ella aquel tipo la siguió.
- Sígueme en silencio - dije a Enrique.
- Que pasa?
- Algo que quizá conteste tu duda.
- Ese chaparro, no es amigo de nuestros padres?
- Si.
- Mira va con una tipa, crees que vallan a..?
No contesté.
Me era raro que mi madre hubiera seguido a aquel tipo, así que pensé que quizá había algo más que yo no sabía.
Estuvimos siguiéndolos por poco tiempo hacia una zona poco o nulo movimiento.
Derrepente este tipo sujeta a mi madre de la mano y ella voltea rápidamente.
- Sabes te ves más buena de lo que pensaba.
Ella quedó callada, mientras este tipo la empezaba a besar y manosear, detrás de ellos apareció otro más, no espere a ver qué sucedía, corrí hacia ellos con planes de golpear lo más que me fuera posible.
- Que pasa? - preguntó Enrique detrás de mi.
- Dejenla - grite con irá y miedo.
El tipo que recién había llegado se interpone entre mi madre, el otro tipo y yo.
- Puta madre - gruñe el que recién llegaba - Nosotros si nos vamos a cobrar - dijo para si mismo.
Lo que me había dicho Enrique y las palabras de este tipo hacen eco en mi mente y me hace detener cerca de el.
- De que hablas? que se tienen que cobra?
- Papá? - Se escucha tras de mí.
- Enrique, que hacen aquí, llévate a este por favor.
- Dejen a mi madre, que mierda detienen que cobra con ella.
- De esto hablabas cuando decías que hoy ibas a cobra algo?
Aquel tipo se veía desconcertado.
El segundo tipo solo mantenía sujetada a mi madre.
- Díganme que se tiene que cobrar y yo les pago, pero dejen a mi madre en paz.
- Dejando escapar el aire de sus pulmones Gustavo dice - está bien te voy a decir, como te puedes dar cuenta tu padre es un cerdo vicioso y en muchas ocasiones nos a pedido prestado para beber y de mil maneras nos a quedado a deber, a quien crees? a tu madre, nosotros lo tomábamos a broma pero el hasta fotos de ella nos a mostrado y... uno no es de madre verdad? así que pues básicamente nosotros ya pagamos por un servicio que tú madre debe de pagar... además de que es una lección para ese cerdo.
- Mira, no sé cuánto les deba, pero yo les pago, pero dejen a mi madre, ella no tiene la culpa de lo que el haya hecho.
- No lo creo el lo busco, reprochacelo a el.
Gustavo hecho una mirada a su hijo y dándose vuelta se dirigía hacia mi madre y el otro tipo.
- No... - gritó Enrique - no lo hagas.
Quedé sorprendido pues pensé que las hormonas de Enrique le harían querer ver cómo se cogían a mi madre, quizá hasta participar.
- Enrique vete por favor y llévate a este.
- No papá, no lo hagas.
Podía ver lágrimas en los ojos de Enrique, eso me desconcertada pues si se suponía que a mí era a quien más le debería de afectar ver a mi madre a punto de ser violada.
- Que te pasa Enrique? cuestionó Gustavo al ver a su hijo llorar.
- Que a mamá la estuvieron a punto de violarla cuando regresaba del trabajó y a mí me acuchillaron.
La cara desencajada de Gustavo parecía de película de terror.
- Pero qué dices? cuando sucedió eso? por qué yo no supe nada.
- Por qué yo le pedí a mamá que no te dijera nada, yo sé que nos dejaste por engañarla con otra mujer y de haber sabido que vendríamos aquí, a... Esto jamás hubiera reconsiderado verte otra vez.
Rápidamente Enrique volteó y hecho a correr y Gustavo detrás de él.
El tipo que sugetava a mi madre, ella y yo quedamos petrificados ante las palabras de Enrique
Sin más palabras me acerque a mi madre quien parecía estar muy pareada, la toma de la mano y nos marchamos de aquel lugar, el tipo solo me quedo mirando pero no dijo nada.
- Estoy caliente - dijo mi madre en el auto.
- Que sientes?
Me extrañaba su estado pues no había tomado mucho y cualquier bebida no la pudo haber embriagado tan pronto.
- Estoy muy mareada y excitada, necesito que me cojas - su respiración era acelerada.
- Que tomaste?
- Nada, solo el whisky que tomamos en la mesa.
Con la mirada busque algún motel pero no había nada.
La zona estaba llena de viveros y en tramos estaba lleno de matorrales así que solo espere encontrar un terreno baldío para meternos ahí.
- Estoy como una puta necesitada de verga.
En cuanto pude me detuve, la tome de la cabeza acercado sus labios a los míos.
- No, no, solo métemela.
- Pásate al asiento de atrás.
Rápidamente salí del auto y al abrir la puerta trasera escucho que me habla.
- José, amor.
Miró al frente del auto y la veo inclinada en el cofre del auto dejando las nalgas paradas, me apresure ir a dónde ella.
- Sacatela y ensartame aquí.
No tenía que repetirme dos veces la orden, desabroche mi pantalón y lo baje, lo mismo con mi boxer, a ella le tome los legguings e hice lo mismo, su tanga blanca se hizo aun lado, solo lo necesario para que mi verga entrará a su vagina, así empecé las embestidas a mi madre.
- Que rica verga cariño, me encanta, que deliciosa verga tienes.
Después de varios minutos embistiendola contra el auto dio un gritó fuerte, sus nalgas se hacían hacia atrás empujandome
- No pares amor, sigue dándome duro.
En ocasiones tenía que sezar las embestidas para evitar correrme, no se por cuánto tiempo estuvimos cogiendo así pero pude contar tres orgasmos de ella.
Imaginé que con todo eso ella tendría suficiente pero apenas le saque la verga y volteó a mamarmela, todo el tronco era sutilmente masajeado por su lengua, sus labios hacían tiernas caricias al glande mié tras que los huevos eran succionados, hasta volverme a poner duro.
- Ahora si mi amor, métemela de nuevo.
La tome de las piernas y poniendola espaldas al cofre me metí entre sus piernas, sus pies en mis hombros se recargaban y mi mano dirigía mi verga a sus labios vaginales.
- hummm - ella gemia mientras mi duro pene se volvía a abrir pasos entre sus labios superiores, inferiores y luego sus paredes vaginales.
- Vuelveme a llenar de leche mi amor.
Tomando más piernas de mi madre en brazos empecé a embestir con bravura, como su pudiera entrar más en ella.
- Que rico mi niño, mi amor.
La cara de mi madre se desfigurada y en seguida estiraba la mano derecha para tomarme de la nuca y jalarme hacia ella, nuestros labios se unían en besos que quemaban como el agua termal, igual de húmeda, igual de caliente.
- Ganó aguanto mas voy a eyacular - advertí mientras caía encima de ella.
- Si mi amor, has lo dentro de mi, lléname con tu leche mi niño.
Estuvimos algún tiempo en el mismo lugar hasta que me incorporé y nos metimos al auto, trate de ponerme el pantalón y la camisa, el resto de ropa lo eche en los asientos de atrás.
Al día siguiente llegó mi padre, ninguno de los tres tocaba el tema de lo sucedido aquella tarde, a las tres semanas mi madre se empezó a sentir mal, el médico diagnóstico mes y medio de embarazo, justo cuando ella me había pedido embarazarla justo la primera vez que habíamos hecho el amor, cuando ella le había hecho creer que habían tenido relaciones, y justo eso le hizo creer con los resultados de laboratorio.
Mi padre se mostró contento con su segundo hijo, concebido por el.
Claro sus borracheras no cesaron y las cojidas de mi madre y mías tampoco.
Es una niña decía el doctor mientras ponía a la bebé en brazos de ella, yo la miraba de lado estando a un costado de mi madre, le acariciaba la frente cómo había visto en películas o vídeos que hacían las parejas.
Mi padre, mal vestido miraba desde el marco de la puerta de aquella habitación.
- Que linda mi hija - decía mi padre acercándose a nosotros con claras intenciones de abrazar a la bebé.
- Perdón? Tu, hija?
- Que pasa? - dijo el con cara de sorpresa.
- Márchate por favor.
- Por que? Qué sucede?
- Esta claro, no? Ella no es tu hija, A cuántos mandaste a qué me embarazaran? A cuantos les diste permiso para que tuvieran sexo conmigo? Esta más que claro que ella no es tu hija, no? Y si, mi hijo sabe que le di las nalgas a uno que si supo ser hombre, no como tú, que permite que otros se cojan a tu mujer o mejor dicho a quien era tu mujer.
Mi padre no sabía que decir, sus labios habían quedado secos y no tuvo más que dar media vuelta y salir.
Había pasado dos meses y no habíamos sabido nada de el, yo había buscado un trabajo con el cual mantenía a mi ahora mujer y a mi hija, aquel día era domingo por la mañana y claro habíamos amanecido necesitados uno del otro.
Apenas habíamos.habierto los ojos cuando ella cruza una pierna el las mías subiendo a mi, su vagina cubierta por una delgada tanga rosaba mi verga semierecta.
- Te amo cariño - decía coquetamente mientras frotaba su pubis contra el mío.
- Y yo a ti.
- No sabes cuánto he disfrutado todo este tiempo junto a ti, viviendo de esta manera, dándonos amor a manos llenas y sin miramientos.
- Yo también lo he disfrutado a más no poder, y hoy me hace ilucion el tenerte, a ti y a nuestra hija.
- A mi también, gracias por hacerme mamá... por segunda vez, sabes quiero darte un regalito.
- Cuál? - pregunte extrañado.
- Quiero que me hagas la colita.
Esas palabras me facinaban.
- Estás segura?
- Si tú no, quien?
Solo pude contestar con una sonrisa.
- Espérame - dijo mientras se levantaba de la cama, abrió un cajón de su clóset y saco una bolsa negra dentro de ella había un frasco de lubricante y un vibrador delgado.
- Ahora si mi amor - dijo llevado las cosas en las manos - primero ponme el lubricante y me dilatas con el vibrador, cuando veas que jalo tengo abierto me la metes.
Apenas terminó sus instrucciones y se puso en cuatro mirando hacia el frente de la cama.
Tome el frasco de lubricante y a dos dedos tome un poco y eche generosamente en su culo abierto a dos manos por ella, el dedo índice acariciaba los pliegues de su culo.
- Que rico se siente, hummm.
Conforme el lubricante era exparsido mi dedo resbalaba al centro de ese ahugero y aún que al principio me ocupe del borde al final dejé que el índice le entrará, cada que lo hacía se escuchaban, hummm's, ahogados por el colchón de la cama.
- Así, que rico.
Apenas el esfínter de mi madre dejo de luchar contra mi dedo le comencé a introducir lentamente el vibrador, una barra de acero de 15 centímetros de largo y 2 de grueso, eche más lubricante para ayudar a que el vibrador entrará aún más rápido y fácil.
- Empujala que no entra.
- Es que estás muy estrechita.
- Claro, si soy virgen de ahí.
- Y que tal lo estás pasando en tu primera vez.
- No te negaré que siento un poco de dolor pero me fascina la sensación que me provoca.
- Te gusta?
- Mucho, no sabes cuánto.
Poco a poco el consolador fue tragado por el culo de mi madre empezando así el mete y saca de este.
- Un poco más y ahora sí me metes tu vergota.
Estuve metiéndole el vibrador un par de minutos más hasta dejárselo dentro.
Tome el lubricante y lo esparci por lo largo y ancho de mi verga, tome otro poco más y con los dedos lo puse en el orificio abierto de ella.
- Lista?
- Si, métemela, ensartame esa rica vergota.
Era clara la extrema excitación de mi madre.
Apunte el glande el su ahugero e imprimí precion en el, apenas la punta entraba.
- Rompeme el culo mi amor, cógeme como solo tú sabes hacer.
- Eso quieres?
- Si, quiero que me sodomises, quiero que me tengas bien enculada.
Una pequeña risa salió de ella para posteriormente decir.
- Bueno, ya me tienes enculada, estoy perdidamente enamorada de ti, no sabes cuánto, me refiero a que quiero que me tengas bien ensartada por el culito.
En ese momento di una fuerte envestida que le arrancó un fuerte gritó ensordecedor.
Mi verga había entrado en ella, mi madre quedo totalmente callada, de mi parte quedé inmóvil, en parte por no querer lastimarla más y en parte por miedo a que la hubiera lastimado.
Vi a mi madre reponerse poco a poco, pero no pude reanudar mi labor pues se empezaron a escuchar pasos acelerados en las escaleras, no nos dio tiempo a nada cuando la puerta de la habitación se abrió.
En la habitación habíamos Cuatro personas, tres con el alma suspendida en el espacio, sin poder respirar, ni siquiera parpadear podíamos, la sonaja de mi hija nos saco del transe en el que estábamos.
- Serás tan puta, que hasta tu propio hijo tienes relaciones? y tú tan cerdo que te coges a tu madre?
La irá de mi padre descubriendo a su, aún esposa y a su hijo era evidente.
- Que haces tu aquí?
- Vine por mis cosas, pero mira que sorpresita me encuentro.
Yo seguía sin siquiera poder mover los labios, no sentía preocupación o pena del hecho que nos viera, solo era por el que nos haya descubierto.
De la nada saco su teléfono celular.
- Está me la van a pagar, de esto todos se van a enterar, de eso me encargo yo.
Sus palabras me alarmaron y saque la verga del culo e mi madre.
- No te pares cielo, sigue dandome duro, cariño, no te detengas por este, poco hombre.
Sus palabras me sorprendían, parecía no enterarse de la gravedad de lo que mi padre acababa de decir.
No me atrevia a seguir culeando a mi madre delante de mi padre, se saco mi verga del culo, se dirgio hacia mi padre y sin más le dio una bofetada.
- Anda imbesil tomanos fotos, grabamos cogiendo y vendelos o has lo que este de la gana, muéstrale al mundo que mi hijo es más hombre que tú, di a la gente que mientras tú traías a tus amigos para que me la metieran, mi hijo me tiene satiafecha, algo que tú nunca pudiste hacer.
Dio media vuelta y regreso junto a mi poniéndose a cuatro.
- Anda mi amor, enseña a este maricon como un verdadero hombre le da verga a su mujer y tú... Sigue grabando quizá aprendas algo de un verdadero hombre, de un macho.
Con verdadero coraje el gritó, "Puta cerda".
- Ja, ja, ja. Si soy una puta y tú un cerdo marica.
Mi madre tomo mi verga apuntando hacia su vagina, a mi solo me vasto empujar un poco para penetrarla.
- Dame la mejor cogida de mi vida mi amor, cógeme como solo tú sabes hacer - decía ella.
- ...
-Dame fuerte por el culo amor.
No la hice esperar, saque mi verga de ellae inmediatamente la dirigi a su culo, pude notar un poco de sangre de cuando la había desvirgado analmente, pero la situacion ameritaba cogermela duro.
Mi padre maldiciendo aventó su teléfono hacia nosotros pero este chocó contra la pared, salió de la habitación y mi madre hecho a reír.
- Tenemos que cambiar la chapa de la puerta si no esté valla a querer entrar cuando se le de la gana.
Mi padre era un verdadero imbesil y el mismo había buscado que mi madre le pusiera los cuernos, sea por haber dejado su cuerpo como ofrenda a los préstamos para emborracharse o simplemente por meter a hombres que se querían coger a mi madre a casa, yo simplemente había dado a ella lo que ella quería y esto no solo era sexo, si no un hombre que velará por ella, que la valoraba y la bebé que ella tanto quería.
Las arremetidas contra el culo de mi madre siguieron y cada vez me apretaba más la verga, era la sensación más placentera que pudiera excistir y ello me hizo acabar llenando su culo de caliente esperma.
- Que rico se siente tu leche ahí, mi amor.
- Sabes dónde me gusta dejarla?
- No lo se, quizá en mi útero?
- Así es.
- Igual a mi me encanta como me dejas chorreando la concha, pero primero déjame probar esa rica leche.
Apenas hecho una mirada a mí, tomo mi verga y se la metió en la boca.
Mi madre si que mamaba a conciencia, chupando y succionando, llebaba de un lado y a otro de su boca, daba pequeños mordiscos suaves y ligeramente como una experta.
Metía y sacaba mi verga de su boca llenándola de saliva, se saco mi verga de la boca para empezar a mamarme los huevos, de las comisuras de mi madre escurrían hilos de saliva mientras que con labios, lengua y dientes me proporcionaba placer a diferentes maneras hasta que sin poder contenerme me corrí en su boca.
Tragó y tragó semen para luego abrir la boca, pude ver como gruesos hilos de esperma colgaban de los labios, nuevamente volvió la boca a mi verga esta vez para dejarme la limpia, pero por el roce de sus labios con ella provoco que se me volviera a parar.
- Ahora sí mi amor, lléname la concha de leche, dame una buena cogida.
Aparte sus piernas y abrazándome así torso embesti su vagina, un.
- hummm - salió de su boca en forma gemido acompañado de un profundo suspiro.
Fuertemente la sujete con el brazo izquierdo, con la mano derecha ataque a su clítoris el cuál estaba hinchado de éxtasis sexual.
En la habitación solo se podían escuchar los gemidos y jadeos de mi madre y míos, en ocasiones estos eran atravesados por el sonido de la sonaja demuestra hija.
Las embestidas que le daba eran fuertes, la excitación metenia hipnotizado, me tenía exhorto a no dejar de penetrarla y sobre todo hacerlo con total locura.
Con un gritó se abrazo a mi con fuerzas, sus labios buscaron a los míos y con un beso ahogo aquel gritó.
Mientras llegaba mi corrida que la sentía cerca, acerque mi cara al pecho de mi madre, las acaricie con la cara, mientras que de momentos metía a mi boca sus pezones, ella amorosamente metía sus dedos entre mi cabello hasta que termine por llenarle de leche la vagina.
Estuvimos alrededor de una hora más descansando sobre la cama hasta que el hambre, nuestra y de la bebé nos hizo levantarnos, salir de casa y vivir una vida como pareja, olvidándonos de que la vida había elegido enviarnos a la tierra con dos vínculos que nos mantenía juntos, el sanguíneo y el de la pasión.
De mi padre solo supimos que se había mudado a otro estado.
Comentarios
Publicar un comentario