Hola, mi nombre es Edith, tengo 26 años, de piel blanca, mido 1,65m, delgada, de cabello negro, pechos grandes al igual tengo unas nalgas nada despreciables.
Tengo una hija de 8 años de la cual me embarace poco después
de cumplir los 17 años, me case con el padre de mi hija más ilusionada que
enamorada ahora que lo pienso.
Con el pasar del tiempo esas ilusiones se fueron perdiendo
ya que mi esposo cambio drásticamente, dejó de ser cariñoso hasta con nuestra
hija, ya no me daba dinero para los gastos de la casa por lo cual, yo empecé a
trabajar, se enojaba por nada.
Mi hija estaba a punto de cumplir sus 9 años y veía que no
podría hacerle fiesta al igual que sus amiguitas, para colmo de males habían
recortado personal en la empresa para la cual yo trabajaba, esa situación ya
era insostenible para mí.
En muchas ocasiones mi hija me había dicho que dejáramos a
su papá, que ella me apoyaba en esa decisión pero yo no tenía el valor de
dejarlo, en una ocasión la convivencia indiferente que sosteníamos se volvió
agresiva, mi esposo me había golpeado de la nada, al día siguiente por la
mañana solo esperamos a que mi marido se fuera a trabajar e hicimos nuestras
maletas, teníamos como destino la casa de mi hermano quien siempre me apoyó y a
mi hija siempre la había tratado de lo mejor y a su vez ella lo veía como un
padre.
En el camino decidí llamar por teléfono a José, mi hermano,
esto para asegurarme que se encontrara en casa, efectivamente él estaba ahí y
se oía alegre de saber que lo visitaríamos.
Llegamos a su casa y con maletas en mano tocamos el timbré.
-
Hola mis princesas, ¿cómo están?
Desde que tengo memoria, él siempre me ha llamado princesa y
desde que nació mi hija también le llama así.
-
Hola José, estamos bien gracias.
-
Hola tío, tu como estas?
-
bien princesita gracias, ¿y esas maletas?
-
¿Nos dejas quedarnos unos días contigo?
-
Si claro ¿pero
qué paso?
Ni mi hermano ni mis padres sabían de la situación que mi
hija y yo vivíamos con mi esposo, así que le tuve que confesar todo lo que
había tenido que soportar, mi hermano enfureció, pero le pedí que no hiciera
nada, solo que nos permitiera vivir con el mientras conseguía trabajo y un
departamento.
- por supuesto hermosas, pueden quedarse a vivir aquí, saben
que esta es su casa.
- Gracias Jose, eres un amor, trataremos de no incomodarte.
- ¿Cual incomodarme? en verdad esta es su casa.
De igual manera mi hija agradeció y se lanzó a abrazar a mi
hermano quien correspondió besando su frente.
Me sentí protegida y estoy segura de que Karla se sentía
igual. Eran las seis de la tarde aproximadamente, yo me encontraba cocinando
para cenar, mi hermano en su estudió y mi hija aun acomodando sus cosas en su
nueva habitación cuando se empezó a escuchar que mi marido gritaba afuera de la
casa, muy apenada con mi hermano salí a tratar de calmar a mi esposo aun que decirle
que ya no quería saber más de él, no lo calmo para nada, mi hermano por su
parte le advirtió que no se acercara a nosotras y que el día siguiente iría su
abogado para que firmara el divorció, mi esposo no quedo conforme pero nada
podía hacer contra mi hermano.
Mi hija y yo entramos a la casa llorando.
- No lloren princesas, no me gusta verlas así.
Mi hija abrasó a Jose y el acariciando su espalda la
consolaba.
- Que les parece si para pasar este mal momento mañana nos
vamos al cine y después de compras, cualquier cosa que ustedes quieran, ¿sí?
- Si tío, gracias.
En cuanto pudimos cesar nuestras lágrimas continúe haciendo
la comida, la cena fue como nunca con mi esposo, rizas, conversación muy amena,
mi hermano preguntaba por las calificaciones de mi hija, bromeábamos, etc.
Al día siguiente fuimos a ver una película que mi hija moría
de ganas por ver, saliendo fuimos a tomar un helado, en cuanto pasamos por las
tiendas de ropa mi hermano insistió que nos compráramos algo con el pretexto
que él se compraría ropa, acepte su petición para no hacerlo sentir mal pero
con la condición de que en cuanto empezara a trabajar le pagaría lo que
gastará, mi hija y yo empezamos a ver y medirnos vestidos, pantalones entre
otras prendas pidiendo el punto de vista de mi hermano, en cuanto a ropa íntima
de mi hija y mía mi hermano se entretenía con otras cosas para no incomodarnos.
Durante dos meses así fue nuestra vida, entre semana yo salía
temprano a buscar trabajo, llegaba a lavar ropa en la que incluía la de mi
hermano y hacía de comer, mi hija me ayudaba con quehaceres de la casa y
estudiaba, la había cambiado de escuela a una que quedaba más cerca a la casa
de mi hermano y por la parte de él, a veces se encontraba en casa y en otras tenía
que ir a la oficina a dejar papeleos.
Después de tres meses estaba estresada porque lo poco que
tenia de dinero se me acabó sin suerte de encontrar empleo, me vi en la
necesidad de pedirle prestado a mi hermano.
- Sabes deberías de salir a divertirte, a tomarte una copa,
a bailar ya estás muy estresada y te puede hacer daño.
- En eso tiene razón mi tío, te puedes enfermar si te sigues
estresando.
- Mira, te propongo algo, te presto el dinero solo si
aceptas salir a bailar el viernes en la noche, ¿qué te parece?
- No Jose, estas loquito hermano, como crees que voy a salir
a bailar, si no tengo dinero, además Karla aún es muy chica y como la dejo
sola?
- no te preocupes má, tu sal a divertirte yo me se cuidar
sola.
Después de plantearme dejar a mi hija encargada con unos
familiares que viven cerca de la casa no me quedo de otra más que aceptar.
la semana continuo de lo más normal, el día viernes por la
mañana al despertar me percate de que, sobre la cama se encontraba un
minivestido rojo, de espalda descubierta y un escote muy pronunciado además de
un conjunto de lencería roja con una nota que decía "Quiero que esta noche
te veas y te sientas muy bien".
Jose me había dejado la ropa y la lencería. Guarde esa ropa
con cierta duda por usarla, aunque a decir verdad moría de ganas por volver a
vestir sexy después de 9 años de rigidez impuesta por mi esposo.
Durante el día estuve haciendo los quehaceres de la casa mi
hija después de la escuela fue a estudiar a casa de una de sus compañeras junto
a otras chicas de la escuela. Me encontraba haciendo los quehaceres, no había
ruido alguno en la casa lo que entendí como que mi hermano había salido
temprano a la oficina, por lo que al preparar la ropa para lavar entre a la
habitación de mi hermano a recoger su ropa sucia pero al abrir la puerta le vi
descubriéndose de una toalla, aparentemente se acababa de bañar, en primer
estancia vi su rostro mojado mi mirada fue bajando por sus hombros, pechos,
piernas y genitales, después de unos cuantos segundos de shock solo hacerte a
decir.
-
¡hay, perdón!
Y salí presurosa de la habitación, después de unos minutos
mi hermano entro al cuarto de lavado preguntando si estaba lavando la ropa a lo
que le dije que sí.
-
Me imagino que ibas por la ropa ¿verdad?
-
Si
La ropa sucia la llevaba en las manos y me la entrego para
lavarla, no comentamos nada de lo sucedido, dejándolo solo como un incidente.
Al separar su ropa para poner su pantalón con otros
pantalones, playeras y blusa juntas, etc. Encontré sus boxers lo que me hiso
recordar lo que vi en su habitación, un pene majestuoso que ni en sueños tenía
mi ahora exesposo, por instinto me llevé esa prenda a la nariz por la parte que
acoge su verga y huevos, me imaginaba en sus brazos, al reaccionar a mis
acciones me di cuenta de algunas cosas, como que estaba excitada, mojada, que
mi hermano me atraía tanto en lo sexual como en lo emocional, con el me sentía
protegida y acogida. Al verme con la ropa interior de mi hermano me sentí
ruborizada a la vez que apenada. Continúe con mis quehaceres durante el resto
del día y parte de la tarde, dando las 6 de la tarde Karla llamo para decirme
que le pidiera a su tío ir por ella a lo que no accedí para no molestarle, fui
por mi bolso, me dirigí a la habitación de mi hermano para mencionarle que iría
por Karla.
-
No te preocupes yo voy por ella, tu has de estar
cansada por los quehaceres de la casa.
-
La verdad es que si un poco.
Regresaron a la casa antes de 6:30, cuando yo ya había
terminado de bañarme y empezaba a vestirme con la ropa que me habían dejado en
la habitación por la mañana, tarde cerca de una hora en arreglarme muy
entusiasmada no sabia si por volver a vestir sexy, haberme vuelto a depilar el
pubis o por la compañía que suponía mi hermano, ya estando lista para una noche
especial aun sin saber lo que me esperaba, fui a ver a mi hija pidiéndole que
senara y durmiera temprano, recordarle que me llamara por cualquier cosa entre
otras preocupaciones normales de una madre, como era lógico Karla al verme se
sorprendió mucho pues nunca había vestido así, el vestido dejaba una generosa
vista de mis pechos y dejaba ver más de la mitad de mis piernas además de ser
muy ajustado en mi torso.
La recepción en el restaurant era muy buena, pero lo mejor
venia para después, con algo de alcohol ya en el cuerpo nos dirigimos a un
antro al que mi hermano y yo solíamos ir cuando aun era soltera, estaba muy
cambiado el lugar entre baile y copas platicábamos de nuestra niñez y juventud
haciendo énfasis en la sonrisa imborrable que me caracterizaba y que a muchos
incluso amigos de mi hermano había enamorado.
-
Aun eres muy hermosa y estoy seguro de que
enamoras a muchos, deberías de volver a hacer tu vida.
Las palabras de mi hermano me llegaron como un balde de agua
fría, no respondí a su sugerencia mas bien trate de sujetarme con mas fuerza a
él, después de un tiempo y barias copas tuve la necesidad e ir al baño, al
regresar no encontraba a mi hermano, estuve no mas de 5 minutos buscándolo con
la mirada cuando se me acerca un tipo de 35 años máximo, el cual me propuso
salir a bailar, en mi mente escuche a mi hermano repetirme que debería de
rehacer mi vida, en que me sentía a traída a él, pero es mi hermano, el tipo no
estaba nada mal, así que tratando de apagar mis deseos por mi hermano acepte.
Los movimientos de este tipo eran buenos, tenia una buena
presencia cosa que me podría haber gustado, entre copas que me invitaba mas lo
que ya había tomado me fui desinhibiendo, la platica que al principio era
trivial, cada vez más eran guiadas a lo sexual, de comentarios como que tenía
unas ricas tetas o unas buenas nalgas a decirme directamente que quería pasar
la noche conmigo o que se le antojaba cogerme, al principio dejaba pasar los
comentarios pero entre caricias, copas y más palabras me fui excitando, me
había olvidado de mi hermano.
El tipo de algún modo logro convencerme, íbamos hacia la
salida del local cuando por un ademán giré la cabeza y vi a Jose estaba frente
a él una chica seduciéndolo, pues el trataba de continuar caminando y ella le
tomaba de la mano acercándose cada vez más a él, sentí que los celos explotaron
en mí, me vi más afectada por el alcohol por lo cual perdí la cordura y el
sentido común, camine con prisa hacia ellos e interponiéndome entre los dos
entrelace mis manos por detrás del cuello de Jose y lo bese, al despegarme de
el me di cuanta de lo que acababa de hacer, voltee hacia atrás, la chica ya no
estaba.
-
Pe… perdón no se que me paso. Perdón, perdón.
Mi mirada trataba de sostenerse a los ojos de mi hermano,
pero no podía. Me vi en total obscuridad hasta el día siguiente que desperté al
principio no sabia donde estaba hasta que me di cuenta de que estaba en la
habitación de mi hermano semidesnuda, notaba que alguien estaba atrás de mi
abrazándome, me preocupe por lo que podía haber pasado entre los dos, pero no
había sensación alguna que me hiciera pensar sobre alguna penetración, me
levante de la cama tratando de no despertar a mi hermano y me fui a mi
habitación solo en la tanga que tenía puesta.
Después de 30 minutos en los que estuve tratando de
acordarme de lo que había hecho, ¿por qué había despertado medio desnuda en la
cama de mi hermano? Entro Karla a mi habitación por primera vez trate de cubrir
mis senos a la mirada de mi hija, se metió entre las cobijas preguntando qué
tal había pasado la noche.
-
Muy bien hija gracias por preguntar, hacia mucho
que no bailaba y me divertía tanto.
Después de un rato en la que estuvimos platicando vi la hora
y le dije que ya teníamos que levantarnos, hice el desayuno y comimos con mi
hermano el cual actuaba totalmente normal, mande a mi niña a bañarse en ese
tiempo aproveche para tímidamente preguntarle que había pasado en la noche y
por qué había despertado en su cama.
Al parecer cuando fui al baño el también lo hiso, al salir
me busco pero sin éxito, hasta después de un rato en el que fue a la barra por
un trago, de ahí la tipa lo entretuvo dándole platica, después fue cuando me
vio lanzándome a él besándolo, quede dormida en sus brazos a causa del alcohol,
me trajo a casa y me desvistió dejándome en mi cama, pero al poco rato me fui a
su habitación y dormí ahí, apenada le pedí disculpas.
-
No pasa nada, no te preocupes.
Buen comienzo, y deja el suspenso de que paso esa noche, y que pasara despues.
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