Conoce a tu madre.

 - Quieres una cerveza - me dijo Miguel mientras estiraba la mano con una botella.

Mi madre estiró la suya para tomarla.

- Gracias - dijo.

volteo a mirarla, ella se la empinaba bebiendo a grandes tragos.

Miguel volvió a tomar otra de la mesa para darme.

Mi madre volvió a tomarla con una mano y con la otra le regresaba la primera botella ya vacía, está vez bebió más despacio.

- Tu mamá hoy viene con sed y ganas de emborracharse - dijo incrédulo.

- Eso parece - le contesté.

Esta vez yo fui hasta la mesa donde se encontraban las botellas llenas.

- ven te voy a presentar a una prima para que bailes.

Camine detrás de el.

- Fer, el es José, un amigo.

La chica me quedo mirando, parecía estar analizandome.

- Sabes bailar.

La tome de la mano, ella sin mucho ánimo se puso de pie.

La música era de lo que está de moda en México.

Con una mano sosteniamos nuestras respectivas cervezas y con la otra nos sugetabamos.

- Conoces a Miguel de mucho tiempo?

- No, apenas hace unos días.

- Pues te nombra como si te conociera de siempre!

- Que dice?

- No es lo que dice, si no como lo dice.

Nunca he entendido mucho acerca de los ademanes ni tonos al pronunciar algo, así que no pregunte más.

- Eres muy reservado, verdad?

- Por que lo dices?

- Te has quedado cayado.

- Es que prefiero disfrutar de la compañía y de la cerveza.

- Tomas mucho?

- Solo cuando hay algo que festejar... o cuando me encuentro aburrido... o cuando conozco a alguien, nada mejor que una cerveza para conocer a la gente.

- Cuando conociste a Miguel, tomaron?

- Si, quizá por eso siente que me conoce de toda la vida.

- Quizá eso sea.

Cuando se acabó la canción fuimos por otra cerveza.

- Quieres seguir bailando?

- No, mejor nos sentamos, estoy un poco cazado.

Tome un pedazo de escalera y me senté.

- Me puedo sentar aquí? - dijo señalando mis piernas.

- Si, claro - conteste.

- Y la mujer con la que llegaste, es tu madre?

- Si.

- Tomas seguido con ella.

- No mucho, en ocasiones como está, ella toma con sus conocidos y yo con los míos.

- Y a ella, que tanto la conoces?

- No mucho, a ella la conocen más sus amigas y amigos y a mi los míos.

- Y también ella se sienta en las piernas de sus amigos cuando toma?

La pregunta me hizo pensar, era la primera vez que alguien se sentaba en mis piernas mientras tomaba.

- No lo se, es la primera vez que salgo con ella, hoy no tuvo planes con sus amigas.

- Bailemos otro rato.

Esta vez ella fue quien tomo mi mano.

- Tienes cigarros?

- No.

- Entonces salgamos a comprar algunos.

Mientras caminavamos hacia la salida volvimos a tomar otras botella, mi madre paso a lado mío y me la arrebató para empinarsela.

En la tienda compramos una cajetilla de Malboros y una botella de tequila, la destape y me la enpine mientras Fernanda encendía su cigarro, después me arrebató la botella y se la empinó.

Regresamos a la fiesta.

- Ahora sí bailemos.

Nuevamente mi madre paso a lado mío arrebatando el tequila de mi mano, está vez me le quede mirando.

Su caminar era sensual, alguien la estaba esperando, le dio la botella y la mantuvo a su costado mientras bailaban.

Mientras caminaba para pedirle mi botella mire como la mano del tipo bajaba a las nalgas de mi madre, ella llevaba un mini vestido así que poco faltaba para que tocará sus piernas desnudas, también la besaba en la boca, era más un morreo.

- Nunca he tomado contigo - le dije en tono pasible.

La tome de la mano, se le notaba afectada por el alcohol.

- A donde me llevas - preguntó miéntras cruzábamos el humbral de la puerta.

- A conocernos - conteste.

En la tienda volví a comprar otra cajetilla de cigarros y dos botellas de tequila.

- No, quiero regresar a la fiesta - dijo enojada.

- A qué? - contesté.

- Que te importa... Quiero seguir divirtiéndome, no me he divertido desde que tú padre se fue.

Seguimos caminando hasta el aciento de un parque.

- Crees que aún soy guapa?

- Por que preguntas?

- Solo dime, crees que aún soy guapa?

- Si. Creo que aún lo eres.

- Pues algún día se va a acabar, me aré vieja, me arrugare y moriré... Quiero divertirme mientras aún lo sea.

- Crees que aún soy joven?

- Si y aún te falta mucho por vivir.

- Pues algún día también se acabará, también puedo morir antes que tú.

Tomo la primera botella, la destapó y se la sampo.

- No he estado con ningún hombre desde que tú padre me dejó... Ni me he divertido. No crees que merezco ser amada.

- No he estado con mi madre, una hora, que crees que merezco yo?

Quedamos en silencio mientras se volvía a sampar la botella.

- Cuánto crees que nos duren las botellas?

- Lo suficiente para quedar dormidos aquí.

- Y quieres quedarte a dormir aquí, con tu madre.

- En donde duermes tu cuando te vas de fiesta con tus amigas?

- Quieres bailar?

Tome la otra botella, la destape y me la empine dando tragos largo.

Me puse de pié y le tome de la mano después de la cintura, fui bajando gradualmente hasta tomarla de las nalgas en el trayecto no sentí el borde de su calzón.

- Vámonos a la casa que no quiero dormir en un parque.

La tome de la mano y emprendimos caminó, ambos nos tambaleabamos por lo cual la tome nuevamente de la cintura y después de su nalga.

- Te gusta lo que estas agarrando?

- Por que, me tiene que gustar?

- Eso creo, si no, por que agarrarias algo con tanta insistencia?

- A ti te gusta que te las agarren? por qué, para que dejes que te las agarren te debe gustar, no?

Nuevamente se quedó callada. Apenas llegamos a casa ella se quiso dirigir al baño, pero su coordinación se lo impidió.

- Quieres que te ayude a llegar?

- Si, por favor.

Entramos, me jalo para llegar a la coladera de debajo de la regadera. Dándome la espalda se subió el vestido permitiéndome corroborar que no llevaba calzones.

Mientras orinaba perdió el equilibrio ocasionando que se apoyará con sus manos quedando a cuatro patas.

Podía ver el culito, parte de la vulva de mi madre y el pequeño chorro de orina emanando de ella.

Claro que tuve ganas de ir y empotrarla tal y como estaba, pero se trataba de mi madre, así que solo la tome del brazo e intenté incorporarla de nuevo.

- Déjame que te estoy salpicando... que pena contigo hijo.

- Por que pena?

- Por salpicarte de mierda y dejar que me veas el culo.

- Sales de casa sin calzones seguido?

- No pienso contestar eso- dijo tratando de mirar hacia mi.

Salimos del baño y nos dirigimos a la sala.

- Que quieres conocer de tu madre?

- Todo lo posible, ella fue mi primer amor - dije en tercera persona.

- Aún lo sigue siendo?

- No lo sé, mayormente la recuerdo cuando estoy ebrio, en juicio me ocupo de mi vida al igual que ella de la suya.

- Y que te dio por querer conocerla ahora?

- Ya te dije, la vida es corta y no se cuando moriré, quise embarrarme de su mierda antes de que eso pase o antes de olvidarla del todo.

- En verdad la olvidarias? Tanto la odias como para olvidarla?

- Ella me olvidó primero, y no sería con intenciones si no por mantener mi mente ocupada, sería cuestión de tiempo.

- No te he olvidado - dijo con la voz rota. - Por que cuestión de tiempo?

- Empezaré a trabajar para la Kansas City Southern de México y es poco probable que vuelva, gradualmente te iré olvidando hasta que de ti solo me acuerde cuando me de cuenta que tengo vida o que respiro, la expresión que sea correcta.

La mirada de mi madre quedo perdida en el infinito.

- Duermo en donde me agarre el sueño, mayormente en el patio de alguna de mis amigas, si alguien me da posada duermo ahí, en alguna cama improvisada... Esta es la primera vez que salí de casa sin calzón, ni brasier... Nunca te he olvidado, pero pienso que estás mejor sin mí. Ahora tu embarrarme de tu mierda.

Tome una de las botellas y me la empine.

- He tratado de mil formas que tú aucencia no me afecte, me emborracho cuando conozco a alguien para sentir que la presencia de alguien solo es una ilucion creada por el alcohol y que cuando la resaca llegué el dolor sea solo por eso y no por extrañarle.

- Me has extrañado mucho?

Tomo su botella y se la sampo con mano temblorosa. No conteste a su Pregunta.

- Cuánto tiempo te quedarás aún en casa?

- Me dieron una semana.

- Aún tienes amor para darle a tu madre?

Me volví a quedar callado.

- Ven - dijo mientras me tomaba de la mano

Sujetandome del respaldo del sillón me incorporé, la mano de mi madre me llevo enfrente de ella haciéndome sentar en sus piernas. Soy delgado, aún asi trate de no dejar mi peso en ella pero al no poder controlar mi cuerpo me volví a poner de pié.

- Puedo sentarme en tus piernas? - Preguntó

La tome de la mano y la guíe en frente de mi.




[A Carl Weissner]

11 de julio de 1970.

Dice que tiene que corregir la gramática y que luego lo pasará todo a limpio. No estoy de acuerdo, tiene que dejar la novela tal y como la escribí.

Charles Bukowski.

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